México: Juana, 10 años: Juana quedó embarazada cuando aún tenía 10 años. La niña le dijo a su mamá que le dolía el estómago, fueron al doctor y allí les informaron que tenía un embarazo de aproximadamente 14 semanas. La madre denunció los hechos ante la Procuraduría General de Justicia en marzo del 2010. Aunque la ley del estado permite abortar al producto de una violación hasta los tres meses de gestación, las leyes estatales le impidieron practicarse un aborto. Cuando se profundizó la investigación, la niña admitió que fue violada por su padrastro, quien luego fue encarcelado por resistencia a la autoridad e intento de fuga por presunta violación. Ni la niña ni la madre fueron informadas de que tenían derecho a interrumpir el embarazo por tratarse de un caso de violación. Leer más.
República Dominicana: Denise, 11 años: Denise vive en San Cristóbal, en un hogar muy pobre. Fue violada por un cuñado de la familia, quedando embarazada. No recibió atenciones médicas prenatales durante los primeros cinco meses, debido a que no confesó a la madre lo sucedido porque el agresor le amenazaba con matarla a ella y a su familia. En enero, 2013, fue sometida a un procedimiento de cesárea, presentando hipertensión arterial, edema pulmonar, deterioro del estado de conciencia y signos de infección. En República Dominicana, solo en el trimestre de abril a junio de 2013, acudieron a consulta 1.811 embarazadas menores de edad. 71 de ellas tenían entre 10 y 14 años. Leer más.
Puerto Rico: Gisela, 13 años: El Ministerio Público, ofreció detalles del patrón de abuso en que participaron familiares y vecinos de la víctima desde que la niña tenía 9 años de edad en el 2012 y vivían en una residencia de un barrio de Gurabo. Continuó siendo sometida cuando su familia se mudó a la Hacienda alquilada para actividades privadas. Producto de las repetidas agresiones sexuales, quedó embarazada y dio a luz a los 11 años. De la investigación surge que la niña fue instruida para mentir por sus custodios. La niña indicó que descubrió su embarazo en agosto o septiembre de 2014 sobre la cual sus custodios intentaron mentirle acerca del resultado, negándole su condición de embarazo. Leer más.
Nicaragua: Estela, 13 años: En el 2013, Estela asistía a una escuela primaria en Ometepe, comunidad ubicada al sureste de Managua, con índices de pobreza media. Cuando decidió integrarse al equipo de fútbol del colegio en donde el profesor M.O. de 50 años, director de la escuela y también entrenador, empezó a cortejarla proponiéndole noviazgo. A pesar de haber sido abusada, muchas personas de la comunidad la culpaban a ella y no reconocían la responsabilidad del profesor. No se le brindó ninguna opción porque el aborto en Nicaragua está criminalizado aunque sea un embarazo que pone en riesgo la vida e integridad física y emocional de la niña. Los comentarios de la gente atribuían responsabilidad a la niña dictaminando que “ella sedujo al profesor.” Tuvo un parto por cesárea el 30 de septiembre 2014. La niña vive una maternidad impuesta con culpabilidad y tristeza, en parte porque no logró terminar sus estudios de secundaria. Leer más.
Perú: Ángela, 13 años: Ángela vivía en el caserío Nueva Alianza Masisea, de la Provincia de Coronel Portillo, en la región Ucayali. La niña acude al Centro de Salud Nueva Esperanza acompañada de una amiga, donde detectan síntomas de sepsis y la derivan inmediatamente al hospital de referencia (Hospital Amazónico), donde queda internada por tres días hasta su fallecimiento. Se observó poco apoyo del entorno social y nulo del entorno familiar, ya que una amiga la llevó al centro de salud, la dejó en el establecimiento y desapareció. Nadie la acompañó. Los profesionales a cargo sospecharon que fueran complicaciones de un aborto auto inducido. En este caso, las redes de socialización estuvieron ausentes. Leer más.
Paraguay: Mainumby, 10 años: Tenía 10 años en el momento del embarazo y cumplió 11 poco antes del parto, que tuvo lugar por cesárea el 13 de agosto de 2015, luego de su prescripción de reposo hospitalario en el último trimestre por ser un embarazo de alto riesgo. Sigue traumatizada por haber dado a luz, y no se siente cómoda con la lactancia del bebé. Ella se encuentra incapaz de hacer frente a la necesidad de ser madre a los 11 años de edad. Durante su institucionalización en el Hospital de la Cruz Roja, le negaron acceso a leche maternizada, le enseñaron y animaron a dar el pecho, lo que contribuyó a su trauma ocasionado por imposición de amamantar a la bebé. Leer más.
Argentina: Lorena, 11 años: En mayo de 2015 Lorena se debatía entre la vida y la muerte con una situación de carácter crítico, al momento se encontraba en terapia intensiva con pronóstico reservado y asistencia respiratoria. Aparte de la hipertensión arterial, una de las complicaciones clásicas en los embarazos adolescentes, también presentó otras alteraciones propias de ese cuadro, como anemia y otras más complejas. Lorena fue tratada en Corrientes, luego de ser trasladada tras complicaciones derivadas de una cesárea practicada en Saladas. Corrientes se declaró Provincia Pro-Vida en el 2015 y asimismo, las autoridades provinciales desconocieron las obligaciones surgidas del Fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que habilita los abortos en casos de violación y exige la aplicación del “Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo” difundido por el Ministerio de Salud de la Nación en abril 2015. Leer más.
El Salvador: Yayá, 14 años: Vive en el Departamento de La Libertad de El Salvador, junto a su madre, dos hermanos y una hermana, todos menores que ella. El padre, alcohólico y separado de la madre, sólo de vez en cuando hace llegar alguna ayuda al hogar por lo que la familia se mantiene de los ingresos escasos de la madre que lava y plancha. Yayá simpatizó con un joven de 14 años y después de 2 o 3 meses de noviazgo tuvieron relaciones sexuales. Él nunca le habló de usar condón, le pedía que usara pastillas pero ella no supo cómo comprarlas porque a las niñas no se las venden. Quedó embarazada. Lloró mucho pero el novio le dijo que tenían que hacerle frente y la madre opinó que ya estaba hecho y determinó que tenía que afrontarlo. La amenazó con castigo físico si trataba de abortarlo, le ofreció su ayuda y le dijo que se quedara en casa. Luego de ser aconsejada por su profesor de no dejar de estudiar, abandonó la escuela, “porque ya se le notaba” y sus amigas “la criticaban y la veían mal” según ella, inducidas por las madres. Con el tiempo ha vuelto a tener relaciones con el novio. Tuvo un embarazo y parto normal, del que nació una niña. Leer más.
Uruguay: Julia, 11 años: Julia vivía en Montevideo con su madre y seis hermanos en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Cursaba la escuela primaria en escuela especial por su discapacidad y trastornos de conducta que requerían de medicación. Sus padres padecen discapacidad intelectual. La niña fue sometida a abuso sexual por parte de un hombre de 41 años de edad, quien mantenía una relación sentimental con una familiar (mayor de edad) cercana a la niña y que ahora, debido a ese hecho, está en prisión. La asistente social de la organización se entrevistó con integrantes del personal de la salud y asistentes sociales del hospital para manifestar la voluntad de la madre de la niña, de interrumpir el embarazo así como informar de la extrema vulnerabilidad de la niña y la familia. Desde el CHPR decidieron denunciar al hombre en el ámbito penal y mantener internada a la niña. Ella manifestó querer continuar su embarazo y contraer matrimonio con el hombre. El psicólogo señaló: “La menor (violada y embarazada) no es consciente de su actual condición. Su único interés está centrado en preservar la relación de pareja, a lo que debe sumarse su bajo nivel intelectual y trastornos de conducta e impulsividad”. La Asistente Social luego de conversar con la Psiquiatra, informa que había llegado la resolución del Juez actuante y que ésta determinaba que sin el consentimiento de la niña no se podía llevar adelante la interrupción del embarazo. Uruguay cuenta con varias normas que abordan el problema, como la Ley de Salud Sexual y Reproductiva; Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE); Código de la Niñez y Adolescencia y Ley General de Educación. Un equipo de psiquiatría infantil del hospital que trabajaba con Julia desde principios de abril sobre “el futuro del embarazo” indicó que “la posición de la niña ha sido sostenida sin dudas: desea ser madre”. Por esto, le suspendieron la medicación psiquiátrica que estaba ingiriendo. Fue derivada a un hogar de amparo del INAU donde recibió atención psiquiátrica, contención emocional y buena alimentación. Se producen descompensaciones e hipertensión que llevó a cesárea. El 16.10.2015 se produjo el nacimiento en el Hospital Pereira Rossell.Leer más.
Brasil: Anita, 11 años: El 17 de julio de 2015 Anita fue a la escuela como todos los días, en su pueblo del sudeste de Brasil. Al poco rato de llegar, comenzó a sentir dolor de estómago. Los maestros llevaron a la niña al hospital, donde los médicos descubrieron que la niña llevaba siete meses de embarazo y parecía estar en trabajo de parto. A pesar de la edad de la niña (10 años) y que solo tenía siete meses de embarazo, el bebé nació saludable. Se cree que quedó embarazada por su padrastro de 40 años de edad quien estaba ya acusado por violación de un niño y posesión ilegal de armas de fuego. La madre de la niña no sabía que estaba embarazada y no se había dado cuenta de que su estómago se había vuelto más grande de lo normal. Las razones por las que Anita no denunciara los abusos fueron las amenazas de su padrastro. Él le había asegurado que si alguna vez hablaba acerca de lo que le hacía mataría a su madre y a su hermano. Leer más.