María da Penha es una mujer brasileña que fue víctima de doble intento de homicidio por parte de su esposo en 1983 en Fortaleza, Ceará. El agresor le disparó, dejándola parapléjica, y posteriormente intentó electrocutarla. A pesar de que hubo dos condenas en su contra, el agresor seguía en libertad en 1998, más de 15 años después de los crímenes.

Ante la falta de acción por parte del Estado brasileño, María da Penha, CEJIL y CLADEM llevaron el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA.

En 2001, la Corte IDH responsabilizó al Estado brasileño por su omisión, negligencia y tolerancia ante la violencia doméstica contra las mujeres, considerando que se habían violado diversos derechos de María da Penha, incluyendo su derecho a una vida libre de violencia y acceso a la justicia.

Este caso fue el primero en el que se aplicó la Convención de Belém do Pará en el sistema interamericano, y marcó un hito al responsabilizar a un país por violencia doméstica contra las mujeres. A raíz de la presión internacional y nacional, el proceso penal concluyó en 2002 y el agresor fue arrestado en octubre del mismo año. En 2006, se aprobó la Ley Maria da Penha en Brasil, que busca combatir la violencia doméstica y familiar contra las mujeres.