Beatriz tenía 21 años y un niño de nueve meses cuando le diagnosticaron que padecía lupus, fuertes daños renales y artritis. En ese año se enteró que estaba embarazada y que el feto se desarrollaba sin cráneo ni cerebro, con una malformación incompatible con la vida. La joven solicitó la interrupción del embarazo cuando tenía 13 semanas de gestación. Sin embargo, el Estado obligó a la joven a elevar el caso al sistema interamericano de derechos humanos por la dilación en realizar la práctica. En mayo de 2013, cuando Beatriz tenía 26 semanas de gestación, la Corte IDH instó a que se garantizara la interrupción.

El Estado accedió practicar una cesárea, una operación mucho más invasiva de la requerida inicialmente y el feto falleció a las cinco horas. Como consecuencia de la tardía intervención, la salud de Beatriz se debilitó extremadamente y falleció cuatro años después tras ser hospitalizada por un leve accidente de moto.

La familia de Beatriz, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local de El Salvador, la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico de El Salvador, IPAS Centroamérica y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional denunciaron al Estado salvadoreño ante el Sistema Interamericano. Frente a este proceso contencioso, las colitigantes y cientos de colectivas y redes de mujeres en la región han impulsado la campaña #JusticiaParaBeatriz, para solidarizarse con ella y su familia e incrementar la expectativa sobre el fallo. CLADEM forma parte de esta campaña y de las estrategias planteadas para que avance este caso en la Corte IDH.

Gracias al trabajo que realizaron nuestras compañeras Milena Páramo Bernal (Coordinadora Regional), Beatriz Galli de CLADEM Brasil, Alejandra Paolini de CLADEM Argentina y Yolanda Guirola de CLADEM El Salvador, presentamos un amicus ante la Corte IDH en el caso Beatriz. Las estrategias que acordamos entre las organizaciones de mujeres y feministas que acompañamos el caso Beatriz es que nuestros Amicus profundizarían en distintas aristas o dimensiones del problema de la prohibición del aborto.

Es por ello que nuestro Amicus se enfoca en mostrar el impacto de la criminalización del aborto en El Salvador en la salud pública y cómo la prohibición total del aborto viola el derecho a vivir una vida libre de violencia y por tanto de una vida libre de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, al imponer en los hechos los embarazos forzados.

Por primera vez, la Corte Interamericana de Derechos Humanos se pronunciará sobre la prohibición absoluta del aborto en la región se espera que el fallo se conozca hacia fines de este año.