El 19 de Julio de 1979 triunfa la revolución sandinista en Nicaragua y con ello se pone fin a la dictadura somocista iniciada con la llegada al poder de Anastasio Somoza García en 1936, seguido por sus hijos Luis desde 1957 y Anastasio a partir de 1967. En 1977 Amnistía Internacional publicó un informe sobre Nicaragua que era una extensa acusación sobre las violaciones a los derechos humanos que se cometían bajo el estado de sitio decretado por Anastasio Somoza cuya familia dictatorial gobernó Nicaragua durante 50 años. El informe contenía acusaciones sobre asesinatos a sangre fría de campesinos a manos de la guardia nacional y denunciaba que la tortura era una práctica extendida y rutinaria en todo el país tanto de hombres como de mujeres. Tal y como asegura Margaret Randall1 , en Nicaragua la criminalidad y la crueldad alcanzaron niveles que recuerdan la antigua Roma, la Alemania nazi o, más recientemente Bosnia: como a una prisionera vendada y lanzada alrededor de la celda como si fuera una bola de volleyball; o a un prisionero torturado hasta la muerte y su cuerpo lanzado dentro del cráter de un volcán en actividad, o a un niño activista de nueve años acorralado como un animal, muerto a tiros y atropellado repetidamente por un camión. Sin embargo, de esa época se carece de estadísticas precisas sobre la cantidad de mujeres asesinadas y/o violadas durante la dictadura somocista, así como tampoco se cuenta con datos sobre violencia intrafamiliar y sexual en tanto la intrafamiliar no constituía delito y la sexual, si acaso los organismos policiales la registraban, no era pública.

Pin It on Pinterest