En Colombia, el panorama de derechos humanos e infracciones al derecho humanitario continúa siendo grave, afectando “de manera especial a miembros de comunidades indígenas y afrocolombianas, líderes sociales y políticos, defensores y defensoras de derechos humanos, campesinos, mujeres, niños y niñas”. Ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desaparición forzada de personas constituyen evidencias de esta situación. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en su último informe sobre Colombia señaló que:
“Durante 2005, la situación de los derechos civiles y políticos estuvo caracterizada por graves violaciones. Se dio seguimiento a denuncias de violaciones a los derechos a la vida, a la integridad y seguridad personales, a la libertad y al debido proceso. Asimismo se denunciaron violaciones al respeto de la vida privada y de la intimidad, y a las libertades fundamentales de opinión y expresión, de reunión, de circulación y de residencia. La oficina en Colombia ha podido observar un patrón de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, asociadas a violaciones vinculadas a la administración de justicia y la problemática de la impunidad. También se observaron detenciones arbitrarias, torturas, tratos crueles inhumanos o degradantes y ataques a la libertad de expresión”