Las prácticas nocivas se entienden como actos o acciones “discriminatorias que las comunidades y sociedades realizan de manera regular y durante períodos tan extensos que terminan por considerarlas como aceptables” (Unicef, 2020b).
Pueden manifestarse a nivel comunitario, nacional o regional, incluso convertirse en un patrón dentro de rutas migratorias. Lo cual significa que este tipo de prácticas no son exclusivas de algunas partes del mundo, más bien tienen caras diversas y afectan a una gran cantidad de personas. “Aunque es posible que algunas de estas costumbres (como el matrimonio infantil) afecten también a los niños, la inmensa mayoría de quienes las sufren, que se cuentan por cientos de millones, son mujeres y niñas” (UNFPA, 2020:10).
Las ideas preconcebidas sobre la supremacía de los hombres sobre las mujeres o de las personas adultas sobre las infancias, son algunas de las que han ido forjando normas sociales que, a su vez, se convierten en prácticas discriminatorias o excluyentes. Atentan contra la dignidad y el pleno desarrollo de las personas -sobre todo de las mujeres, por ello, son consideradas como violaciones a los derechos humanos que afectan de manera directa a “la igualdad, la seguridad personal, la salud y la autonomía para tomar decisiones” (UNFPA, 2020:17).
Esta guía tiene como propósito ofrecer un acercamiento conceptual sobre las prácticas nocivas relacionadas a la violencia sexual contra niñas y adolescentes. Está dirigida a todas aquellas personas y equipos de trabajo que colaboran en la prevención y atención de la violencia basada en género desde los diversos servicios enfocados a las sobrevivientes de violencia sexual, a las comunidades escolares y a las niñas y adolescentes en general, ya sean del ámbito público, privado, de la sociedad civil o la cooperación internacional.